Caballero Nº 28

miércoles, 11 de mayo de 2011

Cada milésima cuenta


Cada milésima cuenta, y el equipo austriaco cuida cada mínimo detalle del fin de semana hasta extremos perfeccionistas con esta velocidad de ejecución en la coreografía del repostaje de sus rivales. La diferencia parece no estar en la rapidez con la que se desatornillan, se cambian y se enroscan las nuevas ruedas, sino en la parte final del proceso. El coche azul cae mucho más rápido al suelo y el gato delantero da la impresión de salir propulsado hacia adelante con un resorte.
Luego, cuando las cuatro ruedas ya tocan el suelo, la tracción es inmediata y el coche sale propulsado sin un ápice de patinaje. Parece una acción fluida y continuada, sin tiempos muertos intermedios.

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